Le
diré que creí que era mi dueño.
Y que
está enfermo.
Le
diré que lo amé como sólo se aman a los dioses.
Y que
nunca más pude entregarme.
Le
diré que me hizo la vida imposible.
Que me
creí su mentira y la asumí como propia.
Y que
quise morirme.
Le
diré que aun así lo seguiré queriendo siempre.
Y que
no quiero volver a verlo.
Que
todavía creo en el amor.
Y que
ojalá no me hubiera querido tanto.
Y le
preguntaré:
¿Por
qué nunca me perdonaste?
No hay comentarios:
Publicar un comentario