De
fondo sonará una y otra vez la misma canción.
Parece
que le gusta regodearse en la repetición absurda y sublime del ensueño.
Apenas
se mueve.
Mira
al infinito.
(Donde
sólo hay una mesa desordenada llena de libros y papeles y objetos cotidianos).
Su
taza de café y:
- ¿Qué
ha pasado hoy?
Silencio
-Nada
destacable.
(Sólo
unos cuantos muertos por accidente y unas cuantas guerras innombrables y el pib
y el irpf y la borsa y el valor de los peces gordos).
En el
agua.
¡Matrioshka!
Abres
una Puerta que abre una ventana y cierra un universo.
.
Se
escurre entre tus dedos y las paredes de tus huesos como una gelatina de fresa.
A
fuera el tiempo existe.
EXISTE.
Como
si sólo quedaran sentencias enterradas
en el subsuelo de tu conciencia.
Impenetrable.
- ¿Qué
ha pasado?
Preguntaría.
(Ojalá
hubiera dicho algo así. Alguna vez.)
Mientras
una puerta da a una ventana que da a un universo.
Una
ventana da a un universo que da a una puerta.
O un
universo da a una puerta que da a una ventana o viceversa.
De
fondo tu canción favorita.
De
lejos la luz de la tarde se apaga.
Contar
los segundos que quedan para volver a.
Quizás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario